La construcción industrializada se ha consolidado en nuestro país y, por su rapidez, eficiencia y versatilidad representa una opción muy atractiva para pequeñas y medianas promotoras inmobiliarias y arquitectos. Los profesionales del sector pueden encontrar en este método de construcción una oportunidad para construir y/o vender series de viviendas personalizadas que se entregan llaves en mano en plazos de tiempo muy reducidos y con todas las garantías de calidad, seguridad y confort.
En las próximas líneas te contamos en qué consiste la construcción industrializada y cómo Prêt-à-porter casas puede ser tu partner para diseñar, gestionar o construir tus proyectos.
Prêt-à-porter casas del grupo PMP no es una constructora tradicional, somos una compañía de servicios que iniciamos nuestro proceso desde la fase de definición y realización del proyecto para optimizar los costes constructivos. Por lo que, podemos ayudarte a realizar tu proyecto desde cero.
Nos encargamos de todo: estudio de los terrenos y de los proyectos, gestión de licencias, direcciones de obra y facultativas y ofrecemos una construcción llaves en manos (interiorismo, iluminación, mobiliario).
Nuestros clientes tienen un único interlocutor, simplificando al máximo el proceso de construcción y reduciendo el número de personas que intervienen (arquitectos, aparejadores, ingenieros, coordinadores de seguridad y salud, constructora, subcontratos…).
Nuestro sistema constructivo nos permite periodificar la inversión y construir a medida que se venden las viviendas que construimos. Además, ofrece control de costes, calidades y un retorno de la inversión rápido.
El resultado son viviendas con calidad superior, domótica, cargador de coche eléctrico y máxima certificación energética. Y si, lo necesita, también nos podemos encargar de la comercialización de la promoción.
La construcción industrializada consiste en sistematizar todos los procesos involucrados en la construcción de una vivienda para optimizar los recursos, ahorrando costes y tiempo. De modo que ahora la construcción ya no empieza y acaba en obra, sino que se inicia en la industria y finaliza en obra. Esto significa que gran parte de los trabajos se realizan en una fábrica, en condiciones controladas y sin imprevistos. Se automatizan y parametrizan todos los procesos teniendo en cuenta la demanda y la producción con el objetivo de mejorar en producto, en precio y en eficiencia: solo ejecutas lo previsto, ni más ni menos.
En Prêt-à-porter casas somos pioneros en este método de construcción y tras una amplia experiencia podemos afirmar que los clientes se sienten muy satisfechos por diferentes motivos.
Los puntos positivos de la construcción industrializada abarcan desde el ahorro de tiempo y costes hasta la calidad de los acabados, pasando por la seguridad de los operarios, entre otras ventajas.
A diferencia de la construcción tradicional, el método industrializado evita sorpresas de tiempo y precio. Esto es posible debido al control absoluto de todos los procesos que permite una entrega de la vivienda llaves en mano en los tiempos y costes establecidos de antemano.
Las casas pretaporter se entregan en una media de 4 meses desde que ponemos la primera pieza de cimentación. Estructura, ventanas, impermeabilizaciones, aplacados decorativos, etc… se ejecutan y ensamblan en nuestra fábrica y esto nos permite ser rápidos una vez entramos en el terreno.
Trabajamos con piezas de hormigón que permiten múltiples combinaciones para garantizar que cada una de nuestras casas es diferente. Es decir, hogares personalizados según las necesidades y gustos de los propietarios.
Nuestra empresa utiliza el hormigón como material principal de construcción ya que es el que mejor satisface las necesidades de solidez, espacio y eficiencia de nuestros clientes. Por un lado, las casas de hormigón aseguran un bienestar climático y acústico excepcional y, por otro lado, gracias a nuestro sistema único podemos obtener luces de hasta 12 metros. Esto facilita la creación de espacios diáfanos llenos de luz natural y sin el inconveniente de las columnas.
Además, tenemos el fuerte compromiso de construir viviendas sostenibles y respetuosas con el medio ambiente que utilicen energía de fuentes renovables. Diseñamos cada hogar adaptándonos al entorno y al clima, buscando siempre la mejor orientación y emplazamiento posible con el fin de reducir al máximo su demanda energética, consiguiendo que todas nuestras viviendas dispongan del certificado energético A.
Para cumplir con los exigentes plazos de entrega que nos proponemos y asegurar la máxima calidad de los acabados tenemos un control milimétrico de cada una de las fases del proceso: diseño, proyectos, construcción, interiorismo y postventa. Esto es posible gracias a la combinación de arquitectura, ingeniería e interiorismo, así como al equipo de profesionales que ejecutan y supervisan cada paso. Una vez se han diseñado y fabricado todos los componentes, se procede a la implementación de la estructura en el terreno previamente cimentado. Este paso dura solo una semana, para poder dedicar el tiempo restante a acabados, interiorismo y detalles finales.
A continuación, te ofrecemos una comparación entre la construcción industrializada y la obra tradicional:
El proceso de construcción de una casa en obra tradicional se lleva a cabo de forma lineal. Es decir, no se pueden ejecutar varios pasos simultáneamente, como ocurre en la construcción industrializada. Esto implica que a menudo los plazos de entrega se dilatan y los imprevistos son habituales.
En cambio, la construcción industrializada tiene un control absoluto de todos los procesos y las piezas se llevan a cabo en fábrica con precisión milimétrica, evitando así una gran disparidad de proveedores con posibles retrasos o sorpresas. El control es todavía mayor si la empresa dispone de fábrica propia, como es el caso de Prêt-à-porter casas.
La construcción industrializada, gracias a la sistematización de todos los procesos, permite calcular exactamente los costes de la vivienda de antemano y cumplir con el precio establecido. Este punto no siempre se cumple en la construcción tradicional, más sujeta a imprevistos.
La gestión de residuos es más eficiente en la construcción industrializada, ya que los movimientos en el terreno se concentran en una sola semana y con todas las piezas preparadas desde fábrica. Esto evita la contaminación de los múltiples desplazamientos de la obra tradicional y concentra los residuos en fábrica, desde donde se envían directamente a reciclar o se reaprovechan si es posible.
La construcción industrializada con hormigón permite crear espacios diáfanos, con grandes entradas de luz natural y vistas exteriores. En la obra tradicional, en cambio es más habitual la presencia de columnas y pilares, debido a su método de construcción con el tocho como principal material.
Las promotoras inmobiliarias pueden beneficiarse de los plazos y la metodología de la construcción industrializada de varias formas:
Al tratarse de un método de construcción más rápido que la obra tradicional, las promotoras pueden recuperar la inversión en un tiempo menor.
La construcción industrializada parte del control absoluto de todos los procesos, evitando la improvisación y las desviaciones de tiempo y presupuesto, con lo cual las promotoras pueden estar tranquilas ya que no se incrementarán los costes iniciales.
Este método de construcción permite calcular la viabilidad de los proyectos, evitando riesgos e imprevistos.
Las casas industrializadas se adaptan a las necesidades del cliente actual, sobre todo en cuanto a la eficiencia energética y los tiempos de construcción.
Las casas industrializadas son una opción muy interesante para pequeñas y medianas promotoras, inmobiliarias y arquitectos, ya que les permite tener un control absoluto de los costes y recuperar la inversión a corto plazo.
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